Madame Récamier

Tras los pasos de Beyoncé y Jay-Z

Madame Récamier, nacida Julie (llamada Juliette)

Jacques-Louis David

Cuando Juliette Récamier encargó este retrato a Jacques-Louis David, tenía 23 años y era ya una mujer influyente. Poderosa, debido a su matrimonio con el nuevo gobernador del Banco de Francia, Madame Récamier brillaba gracias a su Salón, donde se presentaban escritores y personajes mundanos franceses y extranjeros. Se distinguía en especial gracias a su excelente intuición en cuestión de modas: fue una de las primeras en vestirse “a la griega” y en amueblar su casa “al estilo etrusco”, un gusto por lo antiguo que causaría furor en el Imperio. Su mobiliario se conserva en parte en el Louvre (sala 557-558). Con ese atuendo y en ese entorno la representó David, pero la sobriedad de la escena no solo hizo de ella una mujer de vanguardia: la erigió en ideal de la elegancia femenina. Al verla hoy, nos hace pensar en una fotografía de revista de moda.

Las consecuencias de un capricho

Madame Récamier, a la que el trabajo de David en su retrato le parecía demasiado lento, tuvo la osadía de hacerle un encargo en paralelo a uno de los discípulos del maestro. Al parecer, este se ofendió y le dijo a su modelo: “Las mujeres tienen sus caprichos y los artistas los suyos; permítame que satisfaga el mío y me quede con su retrato”. David no llegó a terminar el cuadro y lo conservó durante mucho tiempo en su taller. Y el hecho de que estuviera inacabado contribuyó a hacer de él una obra maestra.