La Virgen del cojín verde

La Virgen del cojín verde

Andrea di Bartolo, llamado Solario

El pintor Solario fue contemporáneo de Leonardo da Vinci, el genio del Renacimiento italiano, y disfrutó de su influencia. La decoración campestre que conforma el fondo de esta escena sagrada, una Virgen con el Niño, no se corresponde ni con los paisajes de la Biblia ni con el campo de Venecia, región natal del artista. Por el contrario, confiere un carácter atemporal a la composición y refuerza la emoción completamente humana que se representa: la dulzura absoluta que emana de todos los elementos hace de la maternidad el tema verdadero y universal. La mirada enternecida de la madre clavada en la de su hijo, el gesto adorable del lactante al jugar con un pie y, por último, el aspecto mullido del famoso cojín verde al que el cuadro debe su nombre transmiten la intensa felicidad del amor materno.