El juramento de los Horacios

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El juramento de los Horacios

Jacques-Louis David

En 1784, David era ya un pintor asentado, pero no había recibido ningún encargo real. Este cuadro para el rey Luis XVI, que podía impulsar su carrera pública, superaría todas las expectativas: con él, el pintor inventó un nuevo estilo que lo convertiría en el adalid de un nuevo movimiento, el neoclasicismo. David siempre había venerado la belleza clásica, ideal, heredada de la Antigüedad, pero aquí, más que hacer referencia a la mitología griega en escenas galantes según el estilo en boga, extrajo el tema de la historia romana. Y eso le permitió conferir una dimensión moral a su obra que realzaba el deber patriótico: los Horacios, hermanos trillizos, juraban morir por su país. Se trata de un juramento que David inventó en función de las necesidades del cuadro, al tiempo que daba entrada a la emoción de la madre, la hermana y una de las esposas de los guerreros. La obra de David triunfó en el Salón.

El taller de los Horacios

El juramento de los Horacios, imitado en toda Europa, fue una obra muy admirada desde el momento de su conclusión. Centenares de jóvenes artistas solicitaron a David estudiar en su taller, que, a raíz de esta obra maestra de un género nuevo, sería apodado por los propios alumnos “el taller de los Horacios”.