

Tesoros del Renacimiento italiano
Obras maestras

La Gran Galería
La colección de pintura italiana del Louvre es muy rica. Entre todas las obras destacan cinco cuadros y veintidós dibujos de uno de los genios del Renacimiento: Leonardo da Vinci.

Retrato de mujer, llamada La bella ferretera
Leonardo da Vinci
La mirada de La bella ferretera es fascinante. En este espléndido retrato, obra insigne de Leonardo da Vinci, vemos que el pintor se esfuerza por captar un momento vital. El sobrenombre con el que se conoce el cuadro procede de un error del pintor Jean-Auguste-Dominique Ingres, que hizo un dibujo para un grabado a partir de esta obra y le puso el título de otra pintura del Louvre. La identidad de La bella ferretera no está clara. Podría tratarse de Lucrezia Crivelli, amante de Ludovico Sforza, duque de Milán, para el que trabajó Leonardo.

Santa Ana, la Virgen y el Niño jugando con un cordero, llamada Santa Ana
Leonardo da Vinci
En otro gran cuadro de Leonardo tenemos a la Virgen con su madre, santa Ana, y el Niño Jesús. La postura y la actitud de los personajes son notables. La decoración del paisaje fantástico, al fondo, da una sensación de atemporalidad, intensificada por el famoso sfumato de Leonardo, ese velo vaporoso que envuelve todo el conjunto en una extraña dulzura.
¿Sabías que...?
La Gran Galería ha sido escenario de todo tipo de ceremonias. En 1606, acogió a un zorro para entretener al futuro Luis XIII, que hizo de este espacio su terreno de juego los días de mal tiempo. Enrique IV recibió en ella a centenares de enfermos para hacerles un ritual de curación por imposición de manos: “El rey te toca; Dios te cura”.