Prisioneros eternos de su creación

Obras maestras

Cautivos: "Esclavo rebelde" y "Esclavo moribundo"

Michelangelo Buonarroti, llamado Miguel Ángel

Estos dos cuerpos atléticos, en los que la presentación humana y la belleza ideal se dan la mano con la genialidad de Miguel Ángel, llaman de inmediato la atención. Al acercarnos, vemos que están atados con unas cuerdas finamente talladas que dificultan sus movimientos y que los identifican como “cautivos”. Su parecido contrasta con su distinta actitud. Uno parece dormido, quizá para toda la eternidad: es el Esclavo moribundo. El otro, el Esclavo rebelde, trata de liberarse de sus ataduras. Miguel Ángel recibió el encargo de estas estatuas para el conjunto que debía decorar el monumento funerario de un papa. El proyecto no llegó a completarse y los Esclavos quedaron prisioneros del mármol, que el escultor dejó inacabado. El hecho de que no estén terminados hace que su sentido sea complejo y que ese misterio contribuya a su condición de obras maestras.

Mira lo que se esconde por detrás…

Para medir la fuerza de una escultura hay que verla por todas partes. En el caso del Esclavo moribundo, su misterio y su encanto se amplifican. Pero ¿qué significa ese mono escondido detrás de las piernas? Todo depende del sentido que otorguemos a los Cautivos. Si representan a los hombres incapaces de elevarse al nivel de las ideas, uno resignado y el otro sublevado, el mono simboliza la vida material. En cambio, si vemos en ellos la personificación de las Artes, afligidas por la muerte del papa, el mono representa la Pintura...