

El interior de un palacio asirio
Los misterios del ala Richelieu

El patio Jorsabad
Estos grandes toros alados con cabeza humana son genios protectores que vigilaban la entrada el palacio de Sargón II.
En el siglo 8 a. C., el Imperio asirio dominaba Oriente Próximo desde Asiria, en el norte del actual Irak. El rey Sargón II decidió trasladar la capital a Dur-Sharrukin, hoy Jorsabad, cerca de Mosul. Allí hizo construir una vasta ciudad y un inmenso palacio.
Aquí se evoca uno de los patios de ese palacio. En los relieves de las paredes, originalmente pintados, vemos escenas de corte, campañas militares y figuras protectoras, como el héroe legendario Gilgamesh, que somete a un león entre los brazos.
A la muerte de Sargón, su hijo trasladó la capital a Nínive. Dur-Sharrukin quedó inacabada y se abandonó progresivamente. No se redescubrió hasta el siglo 19, gracias a unos arqueólogos franceses.

El toro de cinco patas
Sí, sí, lo has visto bien... ¡Tienen cinco patas! Así parecen estar inmóviles y en movimiento al mismo tiempo. Entre las patas, una inscripción recuerda la obra del rey Sargón II y maldice a quien atente contra el palacio…